sábado, 4 de julio de 2015

13 de Agosto de 2015. TORTLE'S EGG HATCHING

Ayer en el Big Blu nos ofrecieron hacer hoy una excursión a Juani para ver nacimientos de tortugas verdes. Aceptamos encantadas! 25$ la excursión y 10$ que hay que pagar allí a los locales que participan en el proyecto.
La excursión saldrá a las 14.30 h, así que la mañana la dedicamos a dar un paseo por el pueblo y a relajarnos en la playa. Compramos de nuevo pan, tomates y fruta y gastamos el último paquete de jamón que nos queda. La gente del pueblo es encantadora. Todo el mundo saluda y nos ayudan en lo que les pedimos.
Cuando salimos del hotel a la carretera nos encontramos a unos chicos subiendo a las altas palmeras a recoger los cocos. Es impresionante verlos subir como si fueran monos. Se ponen unas cuerdas a modo de ocho en las puntas de los pies y esto les sirve para agarrarse a la palmera. Luego ponen una mano por detrás y una por delante y van ascendiendo realizando ejercicios de flexión y extensión de las piernas…. Es brutal! Estas palmeras igual miden 20 metros y las suben sin aparente esfuerzo. Una vez arriba, lanzan al suelo los cocos que ven maduros.
Les fuimos a comprar un coco por habernos dejado grabarles y fotografiarles, pero no conseguimos entendernos bien con ellos y nos dijeron que nos lo regalaban. Aun así, les dimos 200 chelines. Luego, ya paseando por el pueblo, se nos acercó un chaval que hablaba inglés y nos dijo si queríamos coco, le dijimos que si y nos abrieron dos, cobrándonos la friolera de 2000 chelines por cada uno!!! En fin, siendo conscientes de la tomadura de pelo, lo pagamos gustosas porque para nosotras no suponen nada 2 dólares y para ellos es mucho.






Después de departir un rato con los niños de la escuela, nos fuimos a buscar el restaurante de Mama Deborah que nos habían aconsejado las españolas del primer día. Es un restaurante “local” que consiste en una única mesa en medio de la calle donde sirven a todo aquel que quiere comer. Decidimos encargar la cena para hoy.





En la playa disfrutamos de realizar snorkeling en la misma playa!! Las mareas son tremendas y esta semana por la mañana toca marea baja, de modo que para bañarte antes te tienes que dar un buen paseo. Eso te permite estar casi en “alta mar” en unas pocas brazadas! Pasado una zona de algas altas, de repente te encuentras con masas de corales llenas de pececillos de colores… y nosotras pagando para hacer snorkel! La pena es que el agua está turbia y no se ve muy claro, pero disfrutamos de este snorkel espontáneo y de los descubrimientos que vamos haciendo por nosotras mismas.
Comemos en la playa con dos cervezas frías del big blu y a las dos y media nos vamos al avistamiento de las tortuguitas en Juani.
Juani es una isla mucho más grande que Chole, que se encuentra detrás de ésta. Está rodeada del manglares y viven unas 1000 personas, como en Chole. El problema que tiene es que, como Chole, carecen de agua potable y tienen que traerla desde Mafia en barco. Aunque nos cuentan que están ya las obras en marcha para traer el agua potable por conductos bajo el mar. 



Garrafas donde transportan el agua

El barco nos deja en el pequeño embarcadero, rodeado de manglares, después de unos 40 minutos en barco desde Mafia. 




Desde el embarcadero tenemos que cruzar toda la isla para llegar a las playas que dan a alta mar y que es donde las tortugas verdes ponen sus huevos. Tardamos como una hora en realizar el trayecto por un estrecho camino entre plantaciones y árboles frutales, esta isla también parece fértil. El problema es que no nos han avisado que teníamos que andar una hora de ida y una de vuelta por un camino estrecho lleno de piedras y venimos con chancletas…. Brrrr, con esto ya nos “africanizamos” del todo!!
Llegamos los primeros de los numerosos grupos que hay convocados. Hay dos chicos esperando y para no aglomerarnos tanto con el otro grupo que está viniendo, nos “abren”  uno de los nidos… sí, es así, te abren el nido y tu ves a las tortuguitas saliendo y buscando el mar…. Es todo como un poco artificial y nos deja un poco frías. Le pregunto por qué lo hacen así y me cuentan que las tortugas verdes ponen sus huevos en la playa pero muy superficiales, entonces viene la salamandra y otros depredadores y se los comen. De modo que esto forma parte de un proyecto de recuperación de la tortuga verde. Los trabajadores cogen los huevos tras la puesta y los llevan a una zona más protegida y los entierran más profundos. A los 55 días saben que los huevos eclosionan, de modo que van y les ayudan a salir para asegurarse de que todas las tortuguitas lleguen al mar, porque sino también hay muchos depredadores que se las comen por el camino (en este caso más aves). Lo que han hecho ha sido aprovechar el turismo de la isla y el interés que nos despierta verlas para autofinanciar el proyecto. 






Cuando llegó el segundo grupo abrieron otro nido, este mucho más numeroso: 20-25 tortuguitas estaban esperando para lanzarse al mar. Les preparan un pasillo que limpian de toda la porquería que la resaca del mar deja en esa playa y lo marcan con bambú para indicarles un poco el camino. Al principio están un poco atontadas y no saben que dirección seguir, pero en cuanto les llega el olor del mar, se lanzan en una loca carrera buscando el océano. Las hay más espabiladas que otras, pero nos aseguramos de que todas alcancen el mar. Al menos hasta ahí, están salvadas….









Viendo a las tortuguitas estamos como poco 25 personas… Nos sorprende tanta afluencia de gente cuando en la isla no se ve a nadie! Pero según nos cuentan luego, la gente que viene a los lodges de lujo se relaciona poco con el "populacho"; están en los hoteles de lujo, hacen buceo, snorkeling y se van.

Es emocionante ver como las tortuguitas se esfuerzan por alcanzar el mar….








La vuelta se hace más pesada porque las chancletas fallan y las piedras se clavan, pero llegamos a destino y nos vamos de nuevo a Mafia. La vuelta en barco es agradable.
Esta noche toca cenar en el Mama Deboráh, así que nos vamos a duchar rápidamente al hotel y a cenar. La cena consiste en arroz, judías pintas y pescado en salsa. En mesa compartida con paisano que viene también a cenar al restaurante. La mujer es muy amable y la comida para mí está buena. A mis compis no les encanta tanto… Nos cuesta 5000 chelines cada una: 2,5 $.




Compramos una frutitas de postre por el camino y a dormir.


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