jueves, 23 de julio de 2015

1 de Agosto de 2015. DIA DE TRANSITO A RUAHA

Hoy es día de transito. Tenemos 9-10 horas para llegar a Ruaha, así que trataremos de tomárnoslo con calma.
Levantamos el campamento a las 8 y salimos del parque en dirección oeste. Pronto llegamos al pueblo de Mikumi (unos 40min) por carretera asfaltada, que es la cruza el país de este a oeste. Es una carretera muy transitada porque toda la mercancía que llega por mar es transportada por carretera a Zambia y Malawi. Encontramos multitud de camiones averiados en los extremos de la carretera, sobre todo en los puertos de montaña.
A una hora de Mikumi aparece ya el río Ruaha, que nos acompañará hasta el parque que lleva su nombre. El paisaje cambia y de repente aparece un monte no muy alto plagado de baobabs, esos maravillosos árboles que cada uno de ellos ofrece una imagen escultórica diferente. Yo alucino con este paisaje…. Como me gustan estos árboles, con esas formas tan deformadas….
A las 10 horas llegamos a MAHENGE, una ciudad ya de cierta envergadura. Atravesamos pueblos y aldeas que entretienen nuestro camino. 





ESTOS NIÑOS SE ENTRETIENEN MOJÁNDOSE CON BOTELLAS DE AGUA…

A ratos dormitamos, a ratos escribimos, a ratos leemos…. El camino por carretera asfaltada te permite cierta actividad en el coche que se agradece, en las pistas de tierra bastante tienes con sujetarte!! Llegamos a la siguiente población grande a las 12 horas: ILULA SOKONI, pasamos por LUNDA MATWE y por IGUMBILO y llegamos por fin a IRINGA a las 12.30 horas. Esta es una población de montaña limpia y despejada. Nos causa muy buena impresión. La gente es amable y agradable y nos saludan por la calle con educación. Mientras Alfred hace sus compras, visitamos el mercado y algunas tiendas de la zona centro. El mercado es el típico africano, pero está muy arreglado y la gente te trata con amabilidad. Hacemos fotos y nos vamos en busca de una herramienta que se va a convertir en imprescindible en los próximos días: un embudo…..




Comemos en esta misma población, en un restaurante muy limpio y con un servicio muy agradable. La comida es de menú y está muy rica. La paga Gregory, pero nos dice que cuesta unos 5 $ por persona. Las cervezas, después del sablazo del Hippo camp (3500 chelines tanzanos: 1,8 $), nos cuestan siempre 2500 chelines; 1,2 $ aprox.
De Iringa salimos a las 3 y ya cogemos pista de tierra en dirección a RUAHA NATIONAL PARK. Llegamos al cruce que está a 70km de la entrada del parque, a las 16,00 h y 45 minutos más tarde alcanzamos la puerta del parque. Allí nos encontramos con un grupo de escolares de guardería de tres añitos que han venido a ver a los animales salvajes… muy graciosos le cuentan a Alfred los animales que han visto: hippos, cocodriles….
Tras realizar los papeleos en la entrada pasamos al parque y tardamos otra media hora en encontrar la zona de acampada. En el camino encontramos jirafas, elefantes, impalas y unos kudus que nos saltan al coche y nos hacen dar un buen frenazo!.  Una elefanta con su cría se cabrea al vernos parar y viene a nuestro ataque con las orejas desplegadas…. La verdad que impresiona!! Hace unos ruidos intimidatorios y mueve la trompa de un lado a otro… brrrrr… salimos de ahí por pies!
Casi está anocheciendo y se ha levantado un viento infernal. Llegamos a la zona de acampada que está en un alto al lado del río, en el que pasta un elefante macho y unos preciosos waterback. El sitio es un tanto inhóspito; únicamente cuenta con una zona de cocina, que se limita a ser una encimera y unos cuartos para guardar cosas, y los baños. No hay nadie más acampado y el riesgo de ser atacados por algún animal salvaje lo vemos alto, nosotros y nuestros queridos Alfred, Gregory y Saidi, de modo que decidimos que por el mismo precio, mejor estos días dormimos en bandas, que son unas cabañas adaptadas en zona de acampada y que cuentan con unas instalaciones adecuadas de cocina, comedor y baños. Además tienen luz eléctrica parece que todo el día. Así que nos vamos a las bandas a probar suerte…. Allí nos dicen que esta noche podremos estar, pero que mañana esperan a otro grupo, así que veremos qué hacemos mañana…
Al llegar al lugar nos recibe un precioso elefante macho comiéndose los arbustos que rodean el campamento…. La verdad que la sensación de vulnerabilidad ante la poderosa vida salvaje se acrecenta y nos alegramos de haber venido a las bandas a dormir. Aun así nos dicen que PROHIBIDO salir de las bandas a mear por la noche e ir de la cocina a las bandas sin compañía…. Cuando vemos las huellas de un león delante de la cocina, entendemos por qué….



El elfante se interpone entre nosotros y nuestros alojamientos…




Cenaremos tranquilas en el comedor enrejado y nos acompañará el ranger con la escopeta hasta las bandas para no salir hasta mañana cuando vengan a buscarnos. El embudo va a ser de gran utilidad….

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